Nacer con poco peso en el campo de refugiados – CEAS-Sahara

LA DURA REALIDAD DE NACER CON POCO PESO EN EL CAMPAMENTO DE PERSONAS REFUGIADAS SAHARAUIS.

Hoy estoy de viaje en los Campamentos viendo a mi familia saharaui. Iba a ser un día de celebración. Parte de mi familia se desplazó a la Wilaya de El Aaiun para asistir a un nuevo nacimiento. Lamentablemente, nacer con poco peso en un campo de refugiados no te da muchas oportunidades. El bebé falleció a las pocas horas y todos volvieron a su jaima tristes y cabizbajos. Es difícil de aceptar tanta injusticia.E s imposible no quedar impactado por lo ocurrido. Se hace duro porque es un lugar infame para vivir.

En el lugar habilitado para los enterramientos había otras 10 tumbas de recién nacidos, con señales de llevar muy poco tiempo.

Esta es la dura realidad. Cuanto más me informo, más cunde la indignación. Según el  informe “Humanitarian Needs of Sahrawi Refugees in Algeria 2016-2017” elaborado por ACNUR , la tasa de mortalidad en neonatos en los Campamentos es de 43 (43 bebés fallecidos por cada 1000 nacidos vivos), colocando a la población saharaui entre las más desfavorecidas del Mundo. En España esa tasa es inferior a 2,6.

Esta es la dura realidad. El que esta criatura haya ido a nacer en el Campamento de población refugiada saharaui ha sido la causa de esta muerte. Una muerte que recae sobre los causantes de esta injusta situación que vive el Pueblo Saharaui. Entre ellos el Gobierno de España.

No paro de recordar la escena de vida truncada que se ha vivido hoy. No se me olvidará nunca quienes son los responsables de esta crueldad infinita. Vomito pensando que preparan la Navidad como si nada. ¿De qué paz y amor hablan? No puedo quitarme de la cabeza ese bebé muerto y a todos los que le querían, destrozados de dolor.

Pero no van a hacer que nos rindamos. Vamos a seguir luchando sin descanso para que el Pueblo Saharaui recobre sus derechos y su libertad. Presionemos más al Gobierno de España para que cambie de actitud y tome iniciativas en Naciones Unidas para resolver la situación. Son ya 42 años de sufrimiento.